En los últimos años se están produciendo varias modas entre los jóvenes turistas que copan nuestras costas en los meses estivales. Una de ellas es el "balconing" que consiste en lanzarse desde uno de los balcones de los hoteles o apartamentos de alquiler hasta la piscina, también se da otro tipo, en el que el susodicho guiri trata de pasar de balcón a balcón. Normalmente el guiri suele estar bastante trompa.
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Soy un guiri y tengo más neuronas en mi culo que en la cabeza |
Como es de esperar un porcentaje de estos saltos acaban con el personaje estampado contra el suelo como si fuera papilla, en este caso papilla mezclada con vodka barato.
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Le ha faltao un pelo de coño para seguir vivo |
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Guiri to chueco |
¿A quién culpar de esta actitud? ¿Al alcohol? ¿A la juventud? ¿A las drogas? Los medios suelen culpar al alcohol y a las drogas (como no) de esta actividad estúpida y sin sentido. He de decir que el ser humano busca experiencias fuertes para salir de la rutina sensorial a la que se ve sometido, buscando un chute de adrenalina. Pero este caso requiere buscar más allá de lo obvio. Yo me inclinaría por una mezcla de inhibición del peligro causada por las sustancias que hayan consumido los pálidos turistas sumada a la
pulsión de muerte de la que hablaba el cocainomano de Freud. Que simplificando la idea trata de que instintivamente vamos buscando nuestra propia destrucción, es decir, la muerte. Habrá gente que se niegue a reconocerlo pero el cabronazo de barbas era un tío muy listo.
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Me gusta la farlopa e investigar tu subconsciente |
Otra moda veraniega, es el conocido este verano como "mamading" que consiste en una señorita tragando pollas a diestro y siniestro a cambio de copas gratis.
Aquí os dejo el video que sacó a la luz ésta práctica. En el que se observa a una chica tragando salchichón.
Como se ve en el video anterior lo único que hace es pegar un par de lametones a un montón de tíos en sus pollas flaccidas y llevarse el requesón de sus aparatos. No me parece lógico que se haya montado tal revuelo por semejante tontería, si una chica adulta decide por voluntad propia denigrarse por unas copas de mala calidad, yo preferiría pagar antes que comer requesón mezclado con sudor de nabo, pero es su problema. Lo que si me parece mal es que después de un par de lametazos los chicos se quedarán con todo el calentón, por lo que el juego debería consistir en hacer eyacular en un tiempo determinado al mayor número de chicos posible. Una competición en toda regla con un final feliz y no a medias, si se hace algo hay que hacerlo bien me decía mi padre de pequeño.
Solo espero que las chicas que se prestan a estos juegos no pillen cacho esa noche, porque al "afortunado" se le iba a quedar un regusto a polla en la boca que no se le iba a quitar en varios días.
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