lunes, 6 de agosto de 2012

Los cabezas redondas del Tassili


Este sábado he estado viendo en el cine la película de Prometheus, en la que unos científicos del año 2090 se interesan por conocer los orígenes del hombre. Después de investigar varias cuevas con graffitis prehistóricos, encuentran un denominador común, que son varias pinturas encontradas en diferentes lugares, pero con dibujos de hombres apuntando a un mismo sistema planetario.

Esto me dio mucho que pensar, y de si en realidad nuestros antepasados conocían más que nosotros de nuestros propios orígenes, así que empecé a investigar sobre este tipo de pinturas y me encontré con las Pinturas de Tassili. Estas pinturas rupestres de las que vamos a hablar hoy son una prueba más de las visitas que recibimos los humanos por los extraterrestres en algún momento de nuestra historia. Si te interesa lo que se encuentran los exploradores de la película de Prometheus, pues vete al cine y la ves.
Las pinturas de las que voy a hablar se encuentran en la meseta de Tassili, al sur de Argelia, en el desierto del Sahara. Los expertos hablan de que en sus cavernas esta la más importante y desconocida colección de arte rupestre. Según cuentan hay decenas de miles. La gente de por allí cuenta que en esas cavernas se puede vivir, como si tuvieses un chalet en las afueras. En las pinturas podemos encontrar por orden de ocupación, unos que se dedicaban a la caza y a la pesca, otros que criaron ganado, incluso algunos que criaban caballos. 

Ay, como te coja!!
Estas pinturas tienen algo de especial con respecto al resto de las que ya conocemos, y es que se usan distintas tonalidades de color, pero lo que verdaderamente llama la atención, es que no existe enterramiento alguno de los habitantes de las cuevas, y lo más importante, que en las pinturas aparecen dibujados unos seres con escafandra, guantes, botas y un casco parecido a los que usan los astronautas, algunos hasta tienen antenas.

Estoy cuadrao
En el año 1976 unos españoles fueron allí a ver lo que encontraban aparte de buenos porros.
Relataban que ocho milenios antes de Cristo, antiguas civilizaciones y pueblos de África habían representado sus acciones cotidianas en las cavernas del macizo de Tassili n’Ajjer, pero tenían entre sus colegas a extraños seres que parecen de carácter extraterreno. Hay más de 5.000 pinturas catalogadas, y se cree que se puede duplicar ese número debido a que aun hay zonas no exploradas.
Este descubrimiento les causó tanta impresión que la noticia se proclamó rápidamente puesto que hasta aquel entonces, se creía que aquellas zonas de África nunca fueron habitadas. La comunidad científica quedó asombrada al divisar aquellas representaciones de la vida material, espiritual y religiosa de los pueblos del paleolítico del Sahara. Algunos científicos ya afirmaban que el desierto del Sahara había sido una zona de rebosante vida hace 4000 años, (con ríos, bosques y animales) cosa que quedó totalmente demostrada gracias a estas pinturas.
El tema se quedo ahí, hasta que después de varios años, un pequeño grupo de especialistas del Sahara, recorrieron las montañas de Tassili para realizar un estudio más profundo sobre la situación de las pinturas. La guerra lo impidió, por lo que el grupo de especialistas tuvo que recurrir al ejército francés. Entre estos especialistas se encontraba un amante del desierto por encima de todo, el etnólogo y arqueólogo francés Henri Lhote (1903 – 1991).

Porrito bueno

Este gabachito era todo un aventurero, que busco la forma de vivir y trabajar en su desierto querido…vendía excursiones en camello, dátiles, kifi y artículos varios, lo que le permitía comprar comida para zampársela en su jaima.
Allí estuvo más de tres años tirao, alejado de toda civilización. Se pateó el desierto en todas las direcciones, recorrió más de 80.000 km sumando todas sus travesías, se hizo coleguilla de los Tuaregs, comía cobras y escorpiones, bebía su propio orín.
Gracias a todos estos conocimientos que adquirió, la universidad de Paris le premio con un doctorado, por lo que se entregó a su tarea mas todavía, y empezó a preparar, ya con algún dinerillo mas, una expedición a esas cuevas a las que no tenia huevos de meterse el solo…pero se cayó del camello y se jodio la columna, por lo que estuvo diez años tendido de espaldas. El destino se interponía en su sueño de plasmar en papel aquellos tesoros de arte paleolítico.
Parece ser que acabo recuperándose, y a principios de 1956, obtuvo ayuda del gobierno francés y de algunas entidades científicas para poder organizar por fin la expedición a la meseta de Tassili n’Ajjer.
En febrero, el y su equipo emprenden la marcha hacia el peligroso desierto, van con treinta camellos, un guía tuareg, dos auxiliares y los especialistas:
- George Le Poitevin (43 años) pintor y otro flipao del Sahara.
- Claude Guichard (23 años) especialista en pinturas rupestres.
- Jaques Vilet (20 años) alumno de la escuela de artes aplicadas.
- Phillippe Letellier (20 años) fotógrafo y cineasta de la expedición.
- Irene Montandon, diplomada en lengua Bereber, vivía entre los tuaregs y participó durante tres meses en la expedición.
Los días son agotadores, pero por fin empiezan a aparecer desfiladeros en las montañas. La meseta de Tassili se encuentra a más de 700 metros de altura sobre el nivel del mar.
Se cumple la hazaña y llegan a la meseta. Cada día que pasan descubren nuevas sorpresas; cuevas, acantilados, abrigos en las rocas. Las cuevas de las pinturas están dispersas por el terreno.
Comienzan el trabajo de calco y coloreado de las pinturas. En cada laberinto de roca hay nuevas colecciones de arte rupestre paleolítico. Las pinturas son normalitas: cazadores, arqueros, grandes escenas de la vida cotidiana, pequeñas gacelas o los descomunales y amenazantes “dioses” que se localizan en superficies cóncavas o convexas. Para poder calcar los dibujos centímetro a centímetro es necesario estar de rodillas o tumbado en los deformes salientes de rocas, vamos, que acaban hasta los huevos.

He venido a hablar de mi libro!!

Después de explorar la región de Tan-Zumaitak y la de Tamir, emprenden la marcha al pequeño macizo de Yabbaren. El vendedor de souvenirs de por allí le había dicho: “Cuando veas Yabbaren vas a flipar”. Y no mentía cuando lo dijo, Yabbaren en el lenguaje de los tuaregs significa “Los Gigantes”, en este lugar es donde están representados los supuestos cosmonautas, unas pinturas inmensas y desconcertantes.
Esta zona parece como una pequeña ciudad, con sus calles y demás elementos urbanos, y todas las paredes están cubiertas por estos seres de “cabezas redondas”, imágenes de gran tamaño pintadas entre el 7.500 o el 8.000 antes de Cristo.
Estas no solo reflejan a los habitantes de las tribus que habitaron la meseta de Tassili, sino también a posibles cosmonautas que llegaron a la tierra durante el periodo paleolítico. Tal vez representen a seres superiores que descendieron en la meseta y que pasearon como turistas por esa región montañosa del sur de Argelia observando la convivencia, evolución y técnica de los primeros grupos humanos. Entre estos descubrimientos hay un gran fresco en el que la figura central es “El Dios Astronauta”

Qué calor, coño

Parece que tenemos goteras, vecino

Se clasificaron los dibujos en distintos grupos y periodos, muchos de los dibujos datan de más de 10.000 años de antigüedad, y en los que se podía apreciar seres con escafandra, guantes, botas, casco, extraños equipos e indumentarias, y en algunos casos seres con aspecto al más puro estilo de los guionistas de Hollywood, como la película de la que os hablaba al principio.

Revista porno rupestre
La expedición estableció los siguientes grupos:
A) Seres de cabeza redonda y cuernos de pequeño tamaño.
B) Diablillos.
C) Dibujos del Período Medio con hombres de cabeza redonda.
D) Hombres de cabeza redonda evolucionada.
E) Período decadente de las cabezas redondas.
F) Hombres de cabeza redonda muy evolucionada.
G) Período de los Jueces de Paz.
H) Hombres blancos longilíneos del período prebovidense.
I) Hombres cazadores con pinturas corporales del período bovidense antiguo.
J) Estilo bovidense.
K) Período de los carros.
L) Período de los caballos montados o de los hombres bitriangulares.
Tambien aparecieron varios simbolos junto a las pinturas, lo que han hecho suponer a varios investigadores la posible existencia de algún tipo de escritura hace 5.000 años. Esto es un mazazo para las tesis oficiales, que mantienen que Mesopotamia es la cuna de la civilización y de la escritura.

Mira que musculatura

En las regiones de Azyefú, Ti-n-Tazarif y en Sefar, también podemos encontrar este tipo de pinturas. En Ananguat, dentro de un fresco de distintos estilos, se puede distinguir a un extraño personaje que se encuentra con los brazos extendidos hacia delante y sale de un extraño objeto ovoide.
Los “Dioses de cabezas redondas” refuerzan la fascinante hipótesis con múltiples indicios de distintas partes del mundo referentes a la posible intervención de seres del mas lejano espacio en el remoto pasado del planeta tierra.

Jovencitas Cosmonautas

Desde entonces hasta hoy, en la meseta de Tassili n’Ajjer, el “Gran Dios Marciano” permanece imborrable en la roca del macizo argelino. Estas pinturas pueden ser un testimonio mudo de la visita de seres que llegaron de las estrellas, seres de inteligencia superior provenientes de algún rincón del universo. Nuestras mentes no están preparadas para asimilar lo que allí aconteció hace milenios, solo están preparadas para percibir un pequeño fragmento de esta fascinante historia…quizá tendremos que esperar al año 2090 para que los investigadores hagan un estudio en condiciones, y sepamos mas de los orígenes de nuestra especie.


3 comentarios:

  1. Guau Franchesco, estabas inspirao!!!
    Muy buena la entrada y los pies de foto ¡lo mejor! jajaa

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  2. Quizá esta serie de documentales pueda ayudarte a continuar con esta linea de investigación, a mi me tiene enganchada ;)
    http://www.documaniatv.com/search.php?keywords=ancient+aliens&btn=Buscar

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    1. Gracias Ana les echare un vistazo, un beso y gracias por seguir el blog

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